El fundador del megatemplo «Portal del Cielo» será investigado por la justicia federal y ya se ordenaron varias medidas.
En la provincia de Chaco, el pastor evangélico Jorge Ledesma es una figura conocida y seguida por gran parte de la comunidad. Su reciente ascenso mediático se dio tras la inauguración del templo más grande de Sudamérica: Portal del Cielo, obra realizada por uno de los estudios de arquitectura más costosos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Al evento asistieron figuras destacadas como el presidente Javier Milei, el gobernador Leandro Zdero y el apóstol Guillermo Maldonado, entre otros líderes evangélicos. A una semana de la inauguración, las declaraciones de Ledesma cada vez hacen más ruido.
Ledesma aseguró haber protagonizado un milagro financiero: «$100.000 se convirtieron en USD 100.000», dijo, y agregó que «el anillo de plástico se convirtió en uno de diamantes. Miren, ante sus ojos, las piedritas comenzaron a transformarse una por una. ¡Aleluya! Podemos bendecir a Dios por esto, al Señor», según se escucha en un video difundido recientemente.
Ante esta afirmación, el fiscal federal de Resistencia, Patricio Sabadini inició una investigación y ya pidió informes a la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA, ex AFIP), la Unidad de Información Financiera (UIF), organismos de control provinciales y documentación contable y bancaria de la iglesia.
«Una tomada de pelo»
En Radio Mitre, Sabadini dijo: «Tenemos un escenario en el cual una persona nos dice que el imperio de hormigón construido en uno de los barrios más pobres del Chaco fue financiado por arte de magia con cien mil pesos convertidos en dólares. Bueno, no quiero decir que es una tomada de pelo, pero a mí me obliga a investigar».
Sobre la naturaleza inusual de la investigación, sostuvo: «Es la primera vez que me toca profundizar cuestiones místicas. Lo más cercano a esto fue Jacobo Grimberg, que decía haber visto cómo Pachita fabricaba órganos con un cuchillo oxidado. Yo tengo que esperar que una persona con un Volkswagen Golf en el garaje, luego de rezar o caminar a Luján o a Itatí ( Corrientes), le aparezca un Maserati y me explique que fue por obra de un milagro».
Sabadini aclaró que: «No se trata de atacar a la iglesia evangélica ni a ninguna religión. Se trata de una estructura que realmente es opulenta y necesitamos verificar sus antecedentes. Dios juzgará los hechos y nosotros el derecho. Tengo que basarme en las herramientas que me dan las instituciones, la ciencia y la experiencia para valorar ciertos casos».
