Entrevista a Elida Cuesta, candidata a diputada por el Frente Chaco Merece Más
La ex presidenta de la Cámara de Diputados del Chaco, Elida Cuesta, vuelve a ser candidata en las elecciones del 11 de mayo. Desde una autocrítica por los errores del pasado, sostiene que el peronismo debe reconstruirse con unidad y cercanía al pueblo. En diálogo con este medio, repasa su trayectoria, sus propuestas legislativas, su mirada sobre la situación actual del Chaco, y hasta cuenta cómo la política atraviesa su vida familiar, todo lo que dejo un mano a mano con el programa radial «Siga La Rosca» en FM Gualamba
—Elida, ¿por qué vuelve a postularse como diputada?
—Porque siento que tengo aún mucho para aportar. Esta lista 652 de la unidad peronista es una decisión madura. Aprendimos de nuestros errores, pedimos disculpas a la militancia, y decidimos conformar este frente con muchos partidos que nos acompañan. Hoy la situación de las vecinas y vecinos nos obliga a deponer egos y diferencias. No podemos repetir lo de las últimas elecciones, cuando el peronismo se dividió en cuatro frentes y terminamos perdiendo la provincia. Eso solo trajo dolor para los chaqueños, con derechos vulnerados, persecuciones, y falta de asistencia básica.
—¿Qué propone concretamente desde la Legislatura?
—Retomar las sesiones en el interior. Creo que cada región del Chaco tiene su particularidad, y el hecho de sesionar fuera de Resistencia nos permitía estar cerca de la gente. También quiero impulsar nuevamente la ley de emergencia en violencia de género, que fue de mi autoría. Tuvimos 18 femicidios en lo que va del año, eso nos duele y nos interpela como sociedad. Además, quiero plantear la emergencia energética, exigir la tarifa diferenciada para nuestra provincia, y defender la obra pública, que lleva 15 meses paralizada.
—¿Cómo ve la situación actual del INSSSEP?
—Muy grave. Hay un vaciamiento evidente. Hoy hay paro, pero no es por salarios, sino por la falta de medicamentos, por los tratamientos oncológicos que no se están cubriendo, por las derivaciones a Buenos Aires que no se hacen. A los afiliados nos descuentan todos los meses los fondos, pero no tenemos respuestas. Y encima hay contratos de familiares y amigos de quienes integran el directorio, que usan los recursos como si fueran propios. Eso también hay que investigarlo.
—¿Cómo evalúa la gestión de Leandro Zdero?
—Tiene una política del odio. Se persigue a quienes piensan distinto. Y la policía está muy politizada. No estoy en contra de que se actúe cuando se vulneran derechos, pero no puede haber abuso ni utilización partidaria. El pueblo eligió este gobierno, y soy respetuosa de eso, pero el 11 de mayo hay una oportunidad de corregir el rumbo. Necesitamos un gobernador que se plante de pie ante Milei, que defienda a los chaqueños, que pelee por el transporte, por las tarifas, por la obra pública.
—Usted hablaba de autocrítica. ¿Fue autocrítica con Gustavo Martínez también?
—Sí, totalmente. Provenimos de sectores humildes, de los barrios. Y eso a veces no nos perdonan. Yo nací en Charata, me crié en Castelli. Mi papá era militante justicialista, y empecé a militar a los 13 años. Nuestra historia familiar nos marcó. Siempre estuve cerca de la gente, lo sigo haciendo con mi fundación, donde trabajamos mujeres de distintos partidos.
—¿Cómo convive la vida política con la familiar, teniendo en cuenta que estuvo casada con Gustavo Martínez?
—Nuestros hijos nos prohiben hablar de política en casa (ríe). Pero crecieron en este ambiente, lo viven con naturalidad. Mi hijo varón está estudiando, hace trabajo territorial, le gusta. Incluso mi nieta, con ocho años, ya se involucra. Llevó un corazón del PJ a la escuela en campaña, imaginate el revuelo. Pero para nosotros es algo natural.
—Y si fuera presidenta de la Legislatura hoy, ¿cómo reaccionaría ante una publicación oficial sobre una «ley antipiquete» que no existe?
—Primero, dejaría en claro que no hay tal ley. La policía está para cuidar, no para reprimir ni para hacer política. El jefe de la policía hoy está bajando línea. Eso no puede pasar. Incluso mi sobrino ingresó a la escuela de policía, y tuvo que pagar hasta los accesorios. Así está hoy la fuerza, sin recursos. Pero no se puede usar eso como excusa para militarizar el conflicto social.
—¿Qué mensaje le deja al votante chaqueño?
—Que no pierdan la esperanza. Que el 11 de mayo podemos empezar a cambiar este presente. Yo pongo a disposición mi experiencia, mi trayectoria y mi compromiso. No vengo a prometer, sino a seguir estando cerca.
